César Ros

César proviene de una estirpe de maestros cafeteros, ya que su abuelo D. Domingo Ros y su padre, D. Ramón Ros Lizón, ya eran empresarios y personas de reconocido prestigio dentro del mundo del café. Al amparo de sus progenitores, César fue aprendiendo todos los secretos de la producción y la calidad del café, convirtiéndose en el apasionado que es hoy por todo lo relativo a nuestro particular oro líquido.

A partir de 1992 César se convirtió en un verdadero trotamundos, viajando sin cesar a los países cafeteros, para controlar bien de cerca todos los parámetros de su producción. Bajo su punto de vista, la única forma de asegurar una calidad constante era estar a pie de plantación, y a partir de ahí en todos los pasos del proceso.

A partir del año 2000 César implantó su procedimiento de selección de fincas, mediante el cual aún elevó más el listón de calidad y su exigencia con la materia prima.

A partir de Octubre del 2003, en un viaje a Nicaragua, César ideó y perfeccionó un método insólito: un sistema de fermentación y secado natural, para la obtención de una bebida con un mayor equilibrio y más dulzor: es el sistema llamado Mieludo, patentado por él.

Gracias a su permanente preocupación por seguir las directrices del comercio y la agricultura sostenibles, en 2004 se pudo inaugurar con gran orgullo para todos nosotros la primera escuela Café Crem en la Finca Buenos Aires, de Nicaragua. Era sólo el primero de diversos proyectos en esta línea a lo largo de los años.

A lo largo de los años ha colaborado con diferentes Universidades y entidades gubernamentales, especialmente de Sudamérica, para fomentar la  formación y el desarrollo de la cultura cafetalera en estos países. Su prestigio en ámbitos cafeteros es muy elevado.

Y hasta hoy, César nunca ha dejado de deleitarnos con su pasión por el café. Siempre a la búsqueda de una materia prima mejor y de un proceso más afinado, que redundara en una calidad muy elevada y constante.

Y toda esta experiencia y buen hacer, al servicio de Café Crem. Un lujo.